Los seis pupilos de Coralín saldan sus combates con cinco victorias y un nulo
César F. Buitrón / León
Los boxeadores leoneses del grupo de entrenamiento de Coralín cosecharon un nuevo éxito en la velada que su entrenador y Tundra ponían en escena en el pabellón del Polígono 10. Cinco triunfos y un combate nulo fue el balance de una buena tarde de boxeo que reunió en el ‘Margarita Ramos’ a más de 600 aficionados, un número que va creciendo de velada en velada, lo que sigue animando a Coralín que tiene en mente un ‘desafío’ Reino de León-Oporto, aunque eso quizás deba esperar hasta las fiestas de San Juan y San Pedro de la capital leonesa.
No se fueron defraudados los espectadores leoneses que pudieron disfrutar con combates de todo tipo, aunque el mejor de la tarde fue el que protagonizaron María Perrino y la madrileña Beatriz Gómez. Perrino sigue creciendo a pasos agigantados y desde hace casi dos años, la salmantina afincada desde hace una década en la capital leonesa, se encuentra imbatida. Ayer, tras un asalto inicial de tanteo, dio una lección a su rival en los otros tres episodios para llevarse una victoria más que merecida que puso en pie al público que agradeció las series que colocó la pupila de Coralín, con un amplio catálogo de golpes.
No mejor brillante estuvo Saúl Tejada. El nuevo ‘proyecto’ de profesional de Coralín se medía al asturiano Adrián Álvarez, más inexperto que el leonés que supo llevar el combate por los derroteros que más le interesaban para acabar ganando a los puntos de manera bastante clara.
También fue bonito el combate que abría la tarde entre Jenifer y la madrileña Irene Peña. Las dos boxeadoras fueron hacia adelante desde que sonó la campana y colocaron manos que bien pudieron decidir el duelo antes del límite. La capacidad de encajar de la leonesa y sus interminables brazos le sirvieron a la discípula de Coralín para acabar festejando la victoria al final de los cuatro asaltos de dos minutos a los que estaba programada una velada que mantiene a la leonesa imbatida desde que se estrenó en el mundo de las 16 cuerdas.
Borja López tenía el reto de mantener el buen nivel mostrado en sus anteriores actuaciones ante la afición leonesa. Con un rival rocoso enfrente como el marroquí afincado en Madrid Samir Auame, el leonés lo logró con creces. Encajó los duros golpes que trataba de color el rival y aprovechó su mejor riqueza técnica y su capacidad para leer el combate para colocar muchas más manos que su oponente y conseguir la victoria a los puntos con toda justicia al final de los tres asaltos.
También por decisión de los árbitros al final del combate se impuso Crespo, que acabó viendo cómo le levantaban la mano como triunfador ante el madrileño Abel García tras un combate que bien pudo ganar cualquiera de los dos contendientes.
El único nulo de la noche fue para el debutante leonés. Iñaki Puebla se medía al búlgaro residente en Valladolid Stojan Petrov. Fue un combate de alternativas constantes en el que el veredicto final de empate fue lo más justo para los dos boxeadores cadetes que velaban sus primeras armas en esta velada.
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