Por Nicolás Samuilov
La
campeona mundial pluma de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), la jujeña
Alejandra "Locomotora"
Oliveras, se impuso sobre la colombiana Dayana "La Tigresa" Cordero,
por puntos, en fallo unánime, tras diez asaltos, y así defendió por cuarta
ocasión su corona, en el combate estelar de la velada desarrollada en el estadio
Norberto Tomás del club Olimpo de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires,
Argentina.
Ante una
adolescente retadora, Oliveras, única tricampeona mundial argentina en tres
pesos diferentes -hombres incluidos- tras haber reinado entre las supergallo del
Consejo Mundial de Boxeo (WBC) y las ligero de la Asociación Mundial de Boxeo
(AMB), lejos estuvo de lucir.
Más allá de la diferencia de potencia a su favor,
y que llegaba como amplia favorita sobre una Cordero de 17 años (contra 34 de la
local) y que había sido noqueada duramente en sus dos oportunidades mundialistas
-ante la pampeana Mónica Acosta y la mendocina Yésica Marcos-, con ocho kilos de
diferencia de categorías, la jujeña estuvo en todo momento descontrolada.
Inició
sacando algunas ventajas en los primeros capítulos producto de sus cruzados al
rostro. Pero totalmente carente de efectividad, cuando "La Tigresa" logró
responder con sus cross arriba, se dedicó a lanzar un sinnúmero de golpes bajos
ante la pasividad del árbitro argentino Jorge Basile. Ofuscada, y por momentos
fuera de sí, la puso continuamente contra las cuerdas donde aplicó reiterados
envíos antirreglamentarios que se hicieron dueños de la escena desde el quinto
round en adelante, e iban mermando la resistencia de la retadora. Con el árbitro
permitiéndoselo, Cordero cayó en el sexto tras golpes bajos, apenas recibiendo
Oliveras una advertencia
Recién en el octavo, luego de que con sus envíos
debajo del cinturón volviera a mandarla a la lona, Basile se decidió a
descontarle un punto a Oliveras. Sin embargo, eso la descontroló aún más y
avanzó utilizando peligrosamente su cabeza como tercer puño.
Con una retadora
que poco podía hacer, carente de energías, "Locomotora" llegó con su cross
diestro a la mandíbula en el noveno. Con las acciones cada vez más sucias y tras
insistir con ya incontables golpes bajos, ante el agotamiento de la "Tigresa",
la jujeña la hizo trastabillar en el décimo con una profunda derecha cruzada al
mentón. La desgastada Cordero ya no tenía piernas. Por eso, y fundamentalmente
por no haber recibido los descuentos que merecía ante los incontables envíos
antirreglamentarios, con el campanazo definitivo llegaría una nueva defensa,
pero totalmente deslucida.
Las
tarjetas de los jueces expresaron amplias diferencias, al decretar: Marcial Páez
(Paraguay) 96-92, Luis Romio (Argentina) 98-90 y Smeia Alakra (Brasil) 98-90,
todas para Oliveras. Para NotiFight.com, la victoria fue de 95-94, pero
únicamente por no haber recibido la cantidad de descuentos de puntos que le
valían a la dueña de casa.
Fiel a
su estilo, Oliveras tomó la iniciativa y el centro del ring. Dando el paso al
frente, presionó con su cross diestro a la zona alta, aunque sin suficiente
efectividad, y recibió la izquierda cruzada de Cordero sobre su mentón. En el
segundo, la campeona siguió con su cross diestro pero volvió a recibir la
derecha cruzada arriba por parte de la retadora. Pero luego de que la colombiana
repitiese con una izquierda cruzada al rostro, sin potencia, "Locomotora" la
hizo retroceder con un profundo cross zurdo a la mandíbula.
Algo
desordenada para acortar en el tercero, la jujeña comenzó a sacar diferencias
merced a su mayor fortaleza. Con su izquierda cruzada al mentón la hizo dar un
paso atrás, antes de soltar algunos envíos bajos. Pero "La Tigresa" reaccionó
con cross al rostro que acusó recibo en la local. Con ambas prendidas en la
corta distancia en el cuarto, Oliveras volvió a soltar envíos al cuerpo por
debajo del cinturón, aunque sin consecuencias, que fueron advertidos por el
árbitro argentino Jorge Basile. Segundos después, con un ascendente zurdo hizo
dar otro paso atrás a la visitante.
Ante la
desprolijidad reinante en el quinto, siempre con la campeona buscando en la
corta y acertando una izquierda cruzada arriba sobre una replegada retadora,
pero continuaba golpeando por debajo del límite, sin recibir advertencia.
Carente de claridad, en el sexto, los envíos bajos de la jujeña terminaron con
la cafetera en el suelo, ahora sí advertida por el árbitro. Con su derecha
cruzada presionó al mentón, para luego combinar con su cross zurdo a la
mandíbula.
Al
comenzar el séptimo, "Locomotora" la puso contra las cuerdas con sus cruzados
arriba, pero "La Tigresa" salió por la misma vía haciéndola retroceder. Y con la
jujeña buscando abajo, Cordero la frenó con su cross diestro a la mejilla,
aunque luego recibiría la derecha cruzada sobre su mentón, antes de continuar
con golpes bajos. Con la misma tónica repitiéndose en el octavo, la jujeña la
llevó contra las cuerdas y filtró sus envíos al cuerpo. Sin embargo, una
seguidilla de golpes bajos lanzados por la argentina al muslo volvieron a poner
a la retadora en el suelo, por lo que Basile finalmente le descontó un punto.
Descontrolada, Oliveras fue a la corta pero siempre con su cabeza como tercer
puño, apenas recibiendo advertencias.
En el
noveno, "Locomotora" llegó con su derecha cruzada a la mandíbula, aunque careció
de continuidad. Tras ello, intercambiaron cross en la corta distancia, aunque la
jujeña prevaleció producto de su mayor potencia, y nuevos golpes bajos que
mermaban la resistencia de la retadora. Ante el agotamiento de la cafetera
-producto del desgaste por envíos bajos-, la campeona la hizo tambalear con una
profunda derecha cruzada al mentón.
Mientras las acciones entraban cada vez más
en el terreno sucio, la dueña de casa sacó ventajas con su recto diestro al
mentón de una adolescente que ya sufría el desgaste. Por eso, principalmente por
no haber recibido suficientes puntos de descuento y haber soportado la visitante
una incontable cantidad de golpes bajos que la dejaron sin piernas, al sonar la
campana final, llegaría una nueva defensa de "Locomotora" pero con una actuación
lejos de lo que se esperaba de ella.
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