lunes, 15 de julio de 2013

TRUCOS PARA SOPORTAR MEJOR EL CALOR , POR ISABEL DIAZ (MASAJE TERAPEUTICO)



Nuestra Fisioterapeuta Isabel Diaz nos aconseja ahora que estamos en un periodo de bastante calor, unos sabios consejos para protegernos de las altas temperaturas.


Por Isabel Diaz Masaje Terapeutico

TRUCOS PARA SOPORTAR MEJOR EL CALOR

Utiliza prendas frescas:

 Olvídate de los pantalones largos o camisas de telas fuertes que tienes en el armario, y cámbialos por otras mucho más frescas.

Tampoco utilices ningún tipo de pañuelo o cuello alto en la zona de la nuca, ya que en esa zona se acumula demasiado calor, y podemos correr el riesgo de marearnos.

Recógete el pelo:

 Si eres de l@s que no te has atrevido a cortar tu larga melena, y a lucir un corte de pelo estilo garÇon, lo mejor es que te lo recojas, preferiblemente en un moño alto, para que no te moleste lo más mínimo. 

Bebe mucha agua:


 En verano, y sobre todo cuando el calor es excesivo, el cuerpo humano tiende a sudar constantemente, y eso se traduce en una pérdida de líquidos muy grande, por lo que hay que reponerlos de vez en cuando. El agua es el mejor aliado de nuestro organismo, pero nunca la tomes demasiado fría, ya que puedes irritarte la garganta.

Evita las horas centrales:

 Al mediodía, cuando el sol está más alto, igual que los médicos no aconsejan tomar el sol por el riesgo de quemar nuestra piel, tampoco recomiendan salir de casa, y si estás fuera, procura ponerte debajo de una sombrilla en la playa o dentro de algún local.

Cúbrete la cabeza:

 La cabeza es una de las zonas más sensibles del cuerpo, y si el sol le da directamente, lo más seguro es que nos empiece a doler fuertemente.

Cuidado con el ejercicio: 

estás acostumbrad@ a hacer ejercicio a diario, como por ejemplo el running por algún parque, procura hacerlo durante las primeras horas de la mañana, o las últimas de la tarde, ya que si hace mucho calor, el esfuerzo físico será el doble

8 COMIDAS SALUDABLES PARA EVITAR LOS GOLPES DE CALOR. 

Si la térmica ronda los 40°, olvídate de los ravioles con tuco. En verano, el cuerpo necesita menos calorías que en las estaciones frías y más hidratación. Hay que tomar mucho líquido y comer frutas, vegetales y carnes blancas, que son más fáciles de digerir. 

1. Jugos de fruta

El café con leche y las medialunas hacen una buena dupla para el desayuno, a menos que se pronostiquen 30 grados de temperatura. En ese caso, conviene cambiar por jugos o licuados de fruta con leche descremada o agua, que ayudan a mantener la hidratación. Podéis sumar tostadas de pan integral con mermelada y queso untable tipo philadelphia, o un yogur descremado con cereales, para un desayuno energético, con vitaminas y minerales.

2. Ensaladas de hortalizas

Los alimentos con alto valor calórico disparan la temperatura corporal, así que siempre conviene optar por las ensaladas frescas, preferentemente, de hortalizas. Aportan agua, vitaminas, minerales, antioxidantes y fitoquímicos. “Es conveniente consumir hortalizas de varios colores, tanto en el almuerzo como en la cena. En una comida se pueden combinar con una porción de carne blanca o roja magra, y en la otra, con cereales integrales o legumbres”

3. Pescados de mar

El pescado de mar es ideal para el verano. A diferencia de otras carnes, se digiere fácilmente, contiene menos calorías y, sobre todo, posee ácidos grasos omega 3, que contribuyen en la disminución del colesterol LDL (el malo) y ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares. Prepáralo a la plancha o a la parrilla y combínalo con vegetales. El atún, el salmón, el abadejo, la merluza y el lenguado, son los recomendados.

4. Cereales y vegetales

Los cereales son fuente de fibra, vitaminas y minerales, así que siempre conviene incorporarlos a la dieta. Reemplaza el arroz común por un arroz yamani con vegetales y semillas, como las de girasol y de sésamo de tres colores, para tener cubierta la cuota. Si te sobró, podéis hacer unas croquetas al horno, nunca fritas: cuando las temperaturas son altas, conviene evitar las frituras, ya que tienen elevadas cantidades de grasas y calorías, y son de difícil digestión. 



5. Más mariscos, menos embutidos




Los fiambres y embutidos son un clásico de las picadas, pero en verano conviene reducir su consumo, por su alto contenido de sodio y grasas saturadas. Los mariscos son un buen reemplazo: además de ser riquísimos y frescos, son una fuente de nutrientes y ácidos grasos omega 3. Prepara la picada con calamar en rodajas, merluza en trozos, kanikama, berberechos y langostinos aderezados con ajo y oliva. Agrega aceitunas, tomates cherry, rabanitos, bastones de zanahorias y apio, mini brochettes de vegetales y algunos frutos secos. Tendrá menos calorías, menos grasas y productos que ayudan a mantener el organismo hidratado.

6. Sándwich liviano


Si no hay tiempo para sentarse a la mesa, el pebete es el más elegido. Pero no es la única opción. Se puede reemplazar por un sándwich de pan integral o árabe con tomate, núcula, cebolla, pollo desmenuzado, palmitos y mayonesa light o queso untable descremado. Es una alternativa para comer al paso y liviano, incorporando los minerales, vitaminas y agua necesarios para el organismo, que se pierden con la sudoración.

7. Pasta en ensaladas


En lugar de un plato de pasta caliente, que dispara la temperatura del cuerpo, en verano conviene hervir fideos cortos, enfriarlos y usarlos como ingredientes en una pasta salad. Agrégales tomates perita o cherry, albahaca, aceite de oliva, parmesano rallado, morrón, pollo en trocitos y pickles, para darle un toque picante.

8. Colaciones frescas


Entre comidas, siempre elige las frutas: ayudan a mantener el cuerpo hidratado y son livianas. Si tenéis ganas de picar algo salado, prepara unas bruschettas de pan integral con albahaca, tomate, alcaparras, aceitunas picadas y queso magro. Tienen menos grasas saturadas que una de jamón crudo, menos sodio, más fibra, vitaminas y minerales. Son más fáciles de digerir y también ayudan a aguantar hasta la cena.

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