domingo, 13 de abril de 2014

ZAUBEK BAYSANGUROV SOMETE A UN DURO CASTIGO A GUIDO PITTO . K.O.T EN EL DUODECIMO ASALTO.CAMPEONATO MUNDIAL IBO


Por Nicolás Samuilov

El ex campeón mundial superwelter ruso Zaurbek Baysangurov sometió al argentino radicado en Madrid, España, Guido Pitto, hasta liquidarlo por nocaut técnico en el duodécimo asalto, y así conquistó el título superwelter de la Organización Internacional de Boxeo (IBO), que se encontraba vacante, en el combate estelar de la velada desarrollada en la noche del sábado en el Ice Palace "Terminal", de Brovari, Ucrania.

En una pelea de un solo lado, Baysangurov dominó a placer y castigó durante doce capítulos a un valiente Pitto, que aguantó a pie firme pero jamás logró siquiera complicarlo, hasta que faltando apenas seis segundos envió al suelo al un argentino liquidado, por lo que el árbitro italiano Giustino Di Giovanni decretó el final.

Con un boxeo más sólido y consistente, Baysangurov, ex campeón mundial superwelter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), pero que había resignado su cinturón debido a una lesión que lo mantuvo alejado dieciocho meses, desde octubre de 2012, dominó a Pitto con sus potentes izquierdas y derechas cruzadas a la zona alta desde la primera campana. A pesar de que el argentino se plantaba en la media y corta distancia, e incluso respondía como en el segundo capítulo cuando conectó su veloz cross diestro a la mejilla, la diferencia física y de fortaleza siempre era fundamental para el local

A partir del tercero y profundizando en el cuarto, el ruso añadió sus ganchos zurdo y diestro a las costillas, y anticipó cada intercambio con su jab zurdo. Ya en el quinto, continuó comandando las acciones con solidez, filtrando su izquierda en jab y recta de apertura, y luego descargando su cross diestro a la marcada mejilla del porteño. En el sexto, lo desbordó y con un resonante cross zurdo al pómulo, lo hizo dar un paso atrás. Las diferencias eran cada vez más amplias.

Dominando a gusto, en el séptimo, Baysangurov combinó sus potentes izquierdas y derechas cruzadas a la mandíbula de un desgastado Pitto, que acusó recibo, y debió retroceder. Segundos más tarde, y tras impactar otro gancho al cuerpo, el ruso descargó con contundencia su cross zurdo y diestro a cada mejilla de un porteño que trastabillaba y en su rostro se veía cómo le dolía el trámite de pelea.

 Con la misma tónica, en el octavo, a pesar de que el visitante hacía lo que podía para mantenerse en pelea, jamás lograba siquiera complicarlo. Enfrente, el ex campeón mundial seguía martillando con sus profundos cruzados a la mejilla, desgastándolo cada vez más.

 Esa izquierda cruzada a la mandíbula del dueño de casa reapareció en el noveno, una vez más con plenitud. Así, el ruso trabajaba con extrema soltura y cada lanzamiento llegaba a destino, lastimando, como sucedió antes del descanso cuando impactó su cross diestro y zurdo a la mejilla, que volvió a hacer trastabillar al argentino.

Con la pelea totalmente dominada, en el décimo, Baysangurov siguió avanzando en búsqueda de la definición. Mientras el maltrecho Pitto intentaba sin éxito responder y mantenerse a tono, el ruso castigaba con su gancho zurdo a la zona hepática y sus profundos cruzados a las mejillas No era pelea

En el undécimo, la tónica se mantenía. Solo restaba saber si el local lograría definirlo antes del límite. Porque tras llevarlo contra las cuerdas y someterlo con potentes izquierdas y derechas cruzadas a la mandíbula, que hacían tambalear al porteño, el ruso aceleró aún más y castigó a gusto añadiendo sus ascendentes y cross al mentón, con que lo tuvo flameando sobre el ring. No tenía sentido continuar. 

Pero el valiente Pitto salió al duodécimo, visiblemente sentido, donde además siguió recibiendo esas feroces izquierdas y derechas cruzadas a la mandíbula. 

Todo lo que lanzaba hacía daño en el rostro del lastimado argentino, totalmente derrotado, mientras su esquina -liderada por el español Ricardo Sánchez Atocha-, no se decidía a detener su innecesario sufrimiento. 

Pero lo peor estaría por venir. 

A pesar de que el tañido final estaba cada vez más cerca, Baysangurov fue por la definición y tras castigar a placer con sus contundentes izquierdas y derechas cruzadas a la mandíbula de un Pitto totalmente conmovido y liquidado, lo envió pesadamente a la lona. Y por más que se puso de pie, el árbitro italiano Giustino Di Giovanni no le dio el pase y detuvo correctamente las acciones, decretando el fuera de combate, cuando apenas restaban seis segundos para finalizar una pelea que no fue tal.



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