Fotografia perteneciente a Ramón Cairo
Carlos Irusta ESPN
En el Salón Lavalle del Luna Park -el mismo lugar en donde funcionó el gimnasio del legendario estadio y a 37 años exactos de la muerte de Oscar Natalio "Ringo" Bonavena-, se hizo la presentación oficial de la velada del próximo sábado. Por primera vez en el año, el Luna Park será escenario de una función de boxeo. Tras la muerte de su dueña, Ernestina Devecchi de Lectoure, las cosas han cambiado en la empresa, y por esa razón Esteban Livera -sobrino de Tito Lectoure- no formará parte de la organización. La empresa Fénix Entertainment Group se encargará del acontecimiento, como ya ha hecho en alguna otra ocasión, junto con Osvaldo Rivero.
Omar Narváez, el ex súper campeón de los moscas y actual titular de la WBO, tiene un largo romance con el Luna Park y con su público, que lo mantiene como uno de sus favoritos. Este boxeador nacido en Trelew, Chubut, tiene a los 37 años una marca de 38 (20) con una sola derrota, frente a Nonito Donaire en Nueva York, o sea que jamás perdió en Argentina como rentado.
Su rival será el mexicano Felipe Guadalupe Orucuta, diez años más joven que el campeón y con un record de 27 victorias, de las cuales 23 fueron por la vía rápida, con una sola derrota. ¿Demasiado joven para un campeón como Narváez? Ante más de cincuenta periodistas, el peleador mexicano, que nunca salió de su país, afirmó que más allá de su inexperiencia, especialmente comparado con el argentino, hará todo lo que pueda para ganar. Y su entrenador, el ya legendario Ignacio Beristain, dijo que Narváez es un "extraordinario campeón". "Pero por supuesto haremos todo lo que se pueda para vencerlo", sostuvo.
Aunque el mexicano es más alto que Narváez (diez centímetros) el campeón declaró que "Estoy más acostumbrado a pelear con hombres más altos que yo que a los de mi misma estatura, así que en realidad, los que me complican son los boxeadores bajos".
En medio de un gran respeto, los boxeadores se cruzaron muchos elogios. Osvaldo Rivero, el promotor de Narváez, aseguró: "Yo creo que Orucuta tiene más que buenas condiciones, porque si no, no lo habrían propuesto sus manejadores para reemplazar a Daniel Rosas, que era el rival original de Narváez, y que tuvo una lesión".
Rosas, invicto en 16 peleas con 15 ganadas, 10 KO y un empate, es vencedor de Orucuta, a quien superó por puntos el 16 de diciembre de 2010, en la final del torneo Azteca Tecate. El debió ser el rival de Narváez el 25 de mayo, pero por una lesión decidió dar un paso atrás.
Esto porque se dijo que, justamente, al no poder pelear Rosas se había elegido a un oponente más accesible. Lo cierto es que el "Gallito" dio, efectivamente, la sensación de ser demasiado joven para un peleador de alta experiencia como Narváez quien, a los 37, sabe que su camino se va angostando, aunque todavía no quiere ni hablar del retiro.
La calma de la conferencia de prensa no se alteró en ningún momento, pese a que no faltó la pregunta a Omar Narváez sobre sus dichos referidos a Maravilla Martínez. En una emisora de radio de la ciudad de La Plata, Buenos Aires, Narváez expresó que la gente no le daba el valor que tenían sus años de reinado frente a la alta exposición mediática del campeón mundial mediano del WBC. Y, entre otras cosas, afirmó que a él nunca le habían ayudado con un resultado y que había preferido quedarse con su familia, en su país, más allá del dinero. Lo cierto del caso es que Narváez volvió a minimizar sus dichos, expresando su admiración por Martínez. Ambos viajaron al Mundial de Budapest en 1997, en donde Narváez conquistó la primera medalla de bronce para la Argentina en esos torneos.
La velada del sábado contará con una nueva aparición de Brian Castaño, quien a los 22 está considerado toda una esperanza del boxeo nacional, a pesar de que suma solo 3 peleas con 2 victorias categóricas. En peso superwelter y a 8 asaltos, se medirá con César Humberto Vélez, quien a los 26, suma 13 triunfos (5 KO), 3 derrotas y un empate. En su última presentación le ganó al panameño Azael Cosio en Colón, Entre Ríos.
También habrá un título en juego en la velada, el Latino superligero de la WBO, entre el invicto campeón César Cuenca (44-0-0-, 2 SD) y el santafecino Gustavo Bermúdez, ex campeón Latino superligero interino WBC. Su record es de 16-9-2, con 6 KO. Se contará con la presencia de Francisco Valcárcel en la Argentina, por lo que seguramente, Cuenca tratará de impresionar al presidente para lograr una chance mundialista que se le ha negado por su estilo poco comercial. De escasa pegada y boxeo vistoso, Cuenca apenas logró 2 KO en sus 44 triunfos.
Omar Narváez, "El Huracán", dice que como el viento, seguirá soplando fuerte, tomando la frase de Roberto Durán. Lo cierto es que los años pasan y él se mantiene. El 13 de julio de 2002, obtuvo el campeonato mosca de la WBO al vencer por puntos a Adonis Rivas. Fue esa la primera velada que se efectuó en el Luna Park, tras la muerte de Tito Lectoure un año antes. Y ocho años más tarde, el 15 de mayo de 2010, Narváez capturó el campeonato supermosca, vacante, tras derrotar a Everth Briceño, en el mismo estadio. Diez centímetros más bajo que su oponente (Narváez mide 1,60m) este hombre marcó un record en el boxeo argentino con sus 16 defensas exitosas de la corona de los moscas y el sábado irá por su defensa número 7 de su cinturón supermosca. Todo indica que es el favorito, por experiencia y por estilos, pero en el boxeo nunca se sabe. Y todo dependerá, también, del poder de concentración del mexicano, quien en tono casi confidencial, nos aseguró que "Yo sé cómo se le gana a Narváez". Si lo sabe realmente o no, será cuestión de verlo el sábado, cuando al Gallito se le venga encima un Huracán.
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