Federico Nogueira (diario deportivo olé)
Narváez se lució ante un débil japonés Hisataka, y
GKOT10. De esta forma, alcanzó ocho defensas de su título mundial supermosca de
la OMB. En Trelew, el Huracán barrió a un nuevo rival Nunca un apodo más adecuado que éste, el de Huracán.
Porque Omar
Narváez (40-1-2) fue una bestia arriba del ring, se lució en su Trelew natal, y
GKOT10 a Hiroyuki Hisataka (22-11-1). Así, retuvo por octava vez su cetro
mundial supermosca de la OMB.
Lo mejor de Narváez se vio en el cuarto round. Corrigió su precisión, y comenzó
a machacar la cara del japonés, que no encontraba cómo defenderse de un
verdadero Huracán de golpes. Así, lo fue lastimando, hasta que en el sexto lo
tuvo a punto de besar la lona. Sin embargo, la campana fue amiga del asiático,
y lo rescató.
Ya en el décimo, el retador no arrojaba reacción, y el árbitro no tuvo otra
opción que detener el combate. Narváez, esta vez, cambió su estilo pensador y
analista, y partió desde el primer minuto dispuesto a finalizar antes de
tiempo. Lo logró, y su gente lo pudo disfrutar en vivo. Sí, en Trelew está la
octava maravilla
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