Por Salvador Rodríguez Espn
Con apenas unos cuántos dólares en la bolsa y en la mano una Biblia, Raymond Mirrell llegó al gimnasio de Floyd Mayweather Jr. a pedir una oportunidad para entrenar boxeo, tenía apenas 19 años, había dejado a su madre en California y soñaba con ser campeón del mundo e inspirar a mucha gente que, como él, sufre de sordera.
Ray tiene ahora 25 años y está a punto de debutar profesionalmente. Su historia le ayudó a que mucha gente allegada al boxeo colaborara con su sueño, le consiguieron ropa para entrenar y guantes para poder trabajar en el gimnasio con la meta, firme, de convertirse en el primer estadounidense sordo en conquistar un cetro mundial.
"Yo nací sordo, no podía escuchar nada, pero mi madre se dio cuenta hasta cuando tenía tres años de que no escuchaba nada, a los cinco años me metió a una escuela para sordos donde te enseñan a hablar con las manos, pero también a leer los labios, y eso me ayudó a librarme de esto, puedo saber qué dices con la ayuda de un aparato que tengo en el oído, pero también tengo qué leer los labios", comentó Raymond, quien con lo aprendido desarrolló la habilidad del lenguaje.
"Empecé en el boxeo cuando tenía 19 años, ahora entreno con Floyd Mayweather Jr. en su gimnasio y me entrena su papá", agregó Ray. "Cuando entreno no me quito mis aparatos para poder escuchar aunque sea un poco, cuando hago sparring tampoco me los quito, pero cuando he peleado tengo que quitármelos y aprender del lenguaje boxístico para saber cuándo comenzó el round, cuándo acabó y todo eso", explicó Mirrell.
Raymond, a quien llaman 'DaBombay', pelea en 130 libras, tiene apenas cinco peleas amateurs pero no debido a su sordera, sino a sus habilidades en el ring. "Nadie me quiere pelear, me ven muy alto, mido 1.80 metros (5'11"), me dicen que estoy listo para ser profesional y no sólo quiero intentarlo, quiero lograrlo", compartió.
"Yo no quiero ser como Mayweather Jr., como Pacquiao, quiero ser yo, estoy en el boxeo para lograr mis sueños, pero quiero inspirar a mucha gente, a los jóvenes que son sordos como yo o que tienen otro problema, no tengo límites y quiero que nadie los tenga.
"Yo lucho cada día para que alguna vez esta historia llegue muy lejos, sé que si hago las cosas bien puedo ser más grande que cualquiera, quiero inspirar a la gente", confió el púgil estadounidense, quien podría estar haciendo su debut en octubre o noviembre, según lo que le han dicho.
Por ahora, habrá que esperar a que Raymond obtenga su licencia para pelear, situación que no debería ser problema pues dice no tener problema alguno en el ring, donde quiero demostrar su buena defensa, su poder con la mano derecha y la velocidad que le han bastado para llamar la atención de toda la familia Mayweather.
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