Por Euskobox
Nacho Mendoza (Gasteiz Sport), nuevo campeón de España del
superligero tras ganar por decisión unánime a un buen King Daluz ayer en un
Pabellón de La Casilla
que reunió a cerca de 2.000 aficionados
En una velada histórica, pues hacía 30 años que no se disputaba un
título de España en Bilbao, Nacho Mendoza celebró su combate número 50 como
profesional ciñéndose el cinturón de campeón de España del peso superligero en
una velada que concitó a cerca de 2.000 personas en el Pabellón de La Casilla.
No lo tuvo fácil el hispanocolombiano residente en
Vitoria-Gasteiz.
Todo lo contrario. Si alguien esperaba que doblegara a un
invicto Juan Carlos “King” Daluz a base de potencia, se equivocaba de
medio a medio.
El de Santa Cruz de Tenerife dejo claras dos cosas: venía a
llevarse el título y su boxeo va más allá del prestigio de estilista de la
escuela canaria. Daluz, más cómodo en la distancia, y manejando con clase
golpes rectos y curvos, se fajó y demostró ser un tipo de los duros cuando no
le quedó más remedio. Jamás se arrugó.
Al contrario, fue bravo y se vino arriba
cuando parecía tener el combate más cuesta arriba. Sobre todo tras la caída en
el séptimo capítulo.
El pleito se desarrolló con un guión en el que Mendoza se
apropió del centro del cuadrilátero con la derecha engatillada cediendo trabajo
a la izquierda y Daluz golpeando desde la distancia.
Uno buscaba golpes fuertes
y el otro los puntos. Dos asaltos de tanteo. Las hostilidades crecieron en el
tercero y, mediado el cuatro, una combinación de Mendoza obligó al canario a
sentarse sobre las cuerdas de su propio rincón: cuenta del árbitro y confianza
en la esquina del vecino de Gasteiz.
Parecía que, si Nacho apretaba, el
cinturón sería suyo antes del límite. Pero Daluz mostró redaños, recursos y
buena preparación. Se agarró y golpeó, escapó y presentó batalla en el
quinto y el sexto.
Se centró en parar a Mendoza castigándole el abdomen.
En el séptimo, un crochet corto de izquierda de Mendoza agarró el mentón del de
Tenerife y el giró el craneo. Daluz se desplomó. Recibió la cuenta. Esta vez el
hsipanocolombiano apretó de verdad cuando el de blanco gritó “boox”. No hubo
manera.
En los dos últimos asaltos Mendoza coló manos claras, pero
Daluz encajó y contraatacó con peligro. Hubo un gran campeón y un gran boxeador
que pudo serlo y que seguro volverá a intentarlo. El combate del quinto
cinturón de Mendoza y la primera derrota de Daluz gustó mucho en Bilbao y fue
muy aplaudido.
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